¡Qué doloroso es
renunciar a nuestros sueños! Es como cuando nos enamoramos a los 17 años de una
universitaria que ni siquiera sabe de nuestra existencia… A todos nos ha
pasado.
En esta misma
línea se puede entender la dificultad que enfrentamos al momento de darnos
cuenta de que nuestro negocio ya no es rentable, que incluso nos está haciendo
perder dinero. Ni siquiera los préstamos para emprendedores nos pueden salvar.
Estamos en quiebra.
Tendremos que
cerrar el negocio familiar que empezó el abuelo o el papá. Habrá que buscar
otro negocio o algún trabajo que sí cubra nuestras necesidades. ¡Qué difícil!
Aquí te
proponemos una opción para que reflexiones si realmente es necesario que
cierres el negocio.
·
Los
números sobre la mesa.
Es
indispensable que tengas todos los números del negocio presentes: ganancias
mensuales del último año, inversión, inventario y su valor, deudas, etc.
Seguramente
el panorama no es tan agradable, pero es muy importante que lo tengas claro.
Puede haber sorpresas que te motiven.
·
Consejo.
Habla
con alguien de tu confianza, alguien a quien admires por lo que ha logrado y
que te conste que tiene la capacidad para darte un buen consejo. Plantéalo los
números que ha arrojado tu negocio en el último año. Quizá menciónale los préstamos para negocio que
estás considerando. A ver qué te dice.
·
Ve
opciones.
Antes
de tomar cualquier decisión es importante que consideres varias opciones:
reducción de personal, estrategia para buscar clientes, alianza con alguien,
unión de esfuerzos, venta estratégica de algún inmueble. Considera todas las
opciones y trata de tomar la decisión que tranquilamente veas más rentable.
Quizá decides
inyectarle más esfuerzo y dinero. Ahí es cuando puedes usar los préstamos para
emprendedores y sacar adelante tu negocio.